Si un docente desea incursionar en el desarrollo del rol de mentor con sus estudiantes debe tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:

• Recibir la mentoría de parte de un colega con máyor experiencia, un profesor admirado y valorado por sus estudiantes, con el fin de experimentar los beneficios, las limitaciones y la complejidad de la relación entre mentor-mentoreado.
• Formarse en esta línea especializándose en algún tipo de conocimiento, habilidad o ganando prestigio y visibilidad dentro de una comunidad universitaria.
• Formarse como mentor en competencias clave como la inteligencia emocional, la comunicación asertiva o la ética profesional
• Cultivar la empatía con el aprendiz promoviendo el desarrollo de un vínculo personal de respeto, confianza y aprecio mutuo.
• Definir y personalizar la relación, estableciendo acuerdos acerca de qué, cómo, cuándo se desarrolla la mentoría. Estos acuerdos pueden ser tácitos aunque conviene explicarlos o, al menos, conversarlos de manera directa.
• Entrar en una comunicación simétrica con los estudiantes

• Implementar estrategia de seguimiento para monitorear (cuestionarios, notas etnográficas, entrevistas). promover la reflexión sobre el proceso de aprendizaje del mentoreado y sobre el propio desarrollo y efecto de su mentoría.